La Calle Solferino – IV


    El lugar que me ofreció mi amigo era un loft muy simple y se encontraba en la calle Manzoni. En la cuadra contigua estaba construyendo un edificio de una empresa de moda de prestigio, la que se había lanzado a gestir los hoteles. Por lo tanto estaba obligada a levantarme temprano para el ruido que provenía del sitio de construcción. Bajé por las escaleras para tomar un desayuno en el café del cual el dueño, quién estaba encargado de cuidar el correo para mi amigo, me llevó una carta que había recibido hace un rato. Era enviado por Chinoken que había vuelto en Alemania hace unos días. Tomé el capuccino con brioche y subí al estudio de arriba, y ahí abrí inmediatamente el sobre. Eran los documentos sobre el violín.
 《Cuando hablamos del Renacimiento, recordamos inmediatamente el de Italia.  La verdad es que el Renacimiento había ya comenzado 400 años antes en España. En la Península Ibérica existía la convivencia de tres principales religiones: islamismo, judaísmo y cristianismo la que creaba en consecuencia una cultura rica influenciándose mutuamente. Y precisamente gracias a esa cultura nació un instrumento que posee los estrechamientos en forma de C y una curvatura en el puente, el que no había existido hasta entonces en Europa del norte. Al llegar al fin de la Reconquista después de muchos años España se unificó por la religión católica, y en 1492, todos los judíos que no habían todavía convertido en la Península Ibérica recibieron un orden del exilio. Como resultado las tecnologías que habían sido cultivados en la península se dispersaron afuera.
   Según esa explicación, eran los judíos los que difundieron los conocimientos sobre el violín por todas partes. En otro documento hablaba de La Primera Dama del Renacimiento, Isabel del Este, quién envió una carta dirigida a un lutier de Brescia para encargar un instrumento de cuerda llamada ‘viola da gamba’ para que ella misma pudiera tocarlo. Eso fue en 1493. Si ella hubiera oído hablar de alguna novedad de instrumentos, seguramente habría querido obtenerlo. Además en ese mismo periodo, Isabel pidió a Leonardo Da Vinci de dibujar un retrato de ella. Luego en la ocasión de la visita a Mantua en 1500, el pintor le bosquejó algunos. Sería impensable que no surgiera el tema de la música entre Isabel que era una persona culta y el científico.
    Me puse a imaginar libremente. Todos los otros instrumentos musicales eran el fruto del mejoramiento por ensayo y error de los músicos y compositores durante muchos años, sin embargo el caso del violín fue excepcional porque ya nació como un instrumento terminado por completo y perfecto. En efecto se dice que lo mejor e ideal sería el violín antiguo de la época aún después de unos centenares de años. O sea ese instrumento podría ser una invención de alguien y el que estaba capaz de hacerlo sería....
    El articulo ‘Leonardo Da Vinci y el violín’ publicado en 1975 por el Instituto de Geografía de Ferrara propone la hipótesis de la invención del violín por él. Dicen que es precisamente el símbolo de la sección áurea, la que admiraba Leonardo, ‘la voluta’ en forma de caracol por la cual se remata el violín. En realidad esa proporción geométrica se aplicaba también a la fabricación del instrumento de cuerda y el violín no fue un caso excepcional. En la biblioteca de la Catedral de Toledo en España se encontraron los datos que podrían demostrarlo. Sin embargo,  la aparición de una nueva teoría de matemática en el Renacimiento causó la desaparición de la teoría anterior que servía para fabricar los instrumentos.

   El documento de la historia del violín introdujo un poema en latín escrito por Tieffenbrucker, un lutier alemán.
Viva fuy in Sylvis; 
sum dura occisa securi;   
Dum vixi, tacui,                                                                               
mortua dulce cano

Vivía en un bosque;
Un día el hacha cruel me mató.
Mientras vivía, estaba muda,
Una vez muerta canto dulce canción. 
    Para vivir en un lugar echando profundas raíces y para vivir bien en un círculo de la naturaleza sin interrupción había una condición: guardar silencio. Un día, el árbol arrancó su raíz y decidió escapar del bosque para poder cantar libremente.

    Hola Chinoken,                                                                                                            
    Gracias por los documentos sobre el violín. Son muy interesantes y los estoy leyendo con muchas ganas. Ahora me acordé de lo que me había dicho Gintoli, un violinista argentino: Estoy hablando a través del violín, las palabras que serían la música. El violín sería un instrumento que nos evoca algo que ya nos habíamos olvidado. 
    Hoy me voy a visitar la muestra de Da Vinci en el museo comunal.


    Hola Marió,

    Estoy de acuerdo de que el sonido del instrumento podría substituir a las palabras. Nosotros tenemos las palabras que son útiles para expresar los sentimientos, sin embargo usamos el instrumento... ¿eso no sería raro? 
    Cuando estaba trabajando en Italia, mi gran Maestro me dijo así: el hombre quería crear algo parecido a lo que había creado Dios.
    Me pregunto si el hombre hubiera creado los instrumentos musicales que son parecidos al hombre pero no lo son, para hablar con Dios. Como que habían creído que sería sólo el sonido de los instrumentos el que pudiera comunicar con Dios. ¿Quizás estoy demasiado soñador? Una vez que empiezo, no puedo dejar de imaginar. 


    Unos días después, me llegó otro correo. Otra vez era de Chinoken y eso contenía un CD.
    ‘Ginette Neveu  Concierto para Violín de Brahms’
    Nunca había escuchado su nombre. Lo puse en el equipo y empecé a escucharlo. Me parecía que era una grabación muy antigua pero el sonido era brillante. Tenía la frescura y estaba lleno de vida. Escuchando su música, estaba imaginando a Neveu como estaría tocando el violín.
    Su violín, parecía una parte de su cuerpo y en el mismo tiempo ella misma. Cuando llegan las vibraciones del violín al cuerpo, todo el cuerpo se transforma en las cuerdas vocales y las vibraciones se amplifican, y por ahí el violín emite el sonido afuera. La música, desde el principio hasta el fin, era plena de lirismo y además de vigor. ¿Sería eso lo que decía Chinoken “hablar con Dios”?

  Ginette Neveu, violinista francesa, nació en la familia de músicos. Mostró desde niña su talento para el violín y a la edad de 15 años, consiguió el Premio Wieniawski de Varsovia. Pronto realizó una gira musical en Europa y América durante la cual tuvo un accidente de aviación y se murió a los 30 años con su amado violín entre sus brazos.
    Fue una vida dramática. A través de su muerte, ella se unió con su álter ego (otro yo), el violín, y se convirtió en la voz eterna.
    Hola Chionken,
    Llegó el CD de Neveu. Te agradezco mucho. Es antiguo pero no me hace sentir así por nada, a lo contrario es fresco y parece que esté tocando aquí. No es como esas músicas que desaparecen con el tiempo. Me gustaría pintar un día escuchando su música.