El Bosque de Celimontana - III


    Al volver en la habitación hubo una llamada. Fue Immacolata, mi amiga única de Roma. Es una mujer muy atareada teniendo dos trabajos al mismo tiempo: profesora de la historia del Arte y arquitecta. Ese día despachando el trabajo un poco más temprano vino a encontrarme. Esperaba a Immacolata en una pequeña confitería cerca del Coliseo. Nuestro primer encuentro fue totalmente casual mientras viajaba sola en Roma hace ocho años. Le pedí de sacarme una foto a la Boca de la Verdad, luego ella se fue sin llevarse su carpeta. Había pensado llevarla a la policía pero intenté llamar al número escrito en el sobre y ahí me contestó Immacolata. Era el número de su oficina. El día siguiente me invitó a cenar en su casa y desde entonces nos hizimos amigas. Al poco rato vi llegar Immacolata vestida de traje de lino llevando en los brazos la carpeta como la otra vez. La volví a ver después de un año.
    “¡Hola! Te encuentro bien como siempre.”
    “Tu también. ¿Cambiaste de peinado? Te queda  muy bien el pelo corto.”
    “Gracias, estoy muy contenta de este corte. ¡Por favor!”
    Al oír la voz de Immacolata llegó un camarero. Ordenamos un champagne para festejar nuestro encuentro.
     “Estoy involucrada en el proyecto de restauración de Plaza Mattei desde hace unos meses. Estaré completamente ocupada con ese trabajo durante las vacaciones de verano.”
    “¡Qué bueno! Te quería invitar al concierto de jazz esta noche..”
    “Lo siento, pero hoy también tengo una reunión a la tarde. ¿Dónde van a tocar?”
    “Es en Villa Celimontana.”
    “Es la villa que pertenecía antes a la familia Mattei y estaba abierta a los peregrinos de la Santa Sede que llegaban desde todos los rincones de la Europa.”
     “¿En serio? Es interesante que hacen el festival de jazz en un lugar como ese. ¿O sea eso también podría ser una  especie de peregrinaje?” 
    “Cuéntame de la Sudamérica.”
    Empecé a hablar acerca de la Galería de Los Suspiros de Colonia, de Mimí y Fernando. A Immacolata, siendo especializada en la historia del Arte, las palabras como mujer desnuda, burdel, violín le llamaron atención.
    “Estoy enseñando en la escuela sobre Caravaggio. En unas obras suyas aparece el violín. Por ejemplo, “Descanso en la huida a Egipto” que representa una escena de la Biblia.”      
    Ahí Immacolata empezó a darme clase de historia del Arte.                         
    “José trata de escapar de Egipto con María y Niño cuando el Rey Herodes había  planeado el asesinato de Jesús. Ese cuadro representa una escena del descanso durante el camino. Abajo de un árbol están sentados María con el hijo en los brazos y José. Y delante a ellos está un ángel tocando el violín. Naturalmente no existía todavía ese instrumento en la era de la Biblia así que podría ser que Caravaggio había hecho a propósito para aludir algo.”      
    Continuó su clase. 
    “Sabemos que la partitura que mantiene José con las dos manos es un coro llamado “La Inmaculada”, pero originalmente es “Cantar de Salomón” en el Antiguo Testamento donde  están expresados el amor y el erotismo. ¿Qué quería hacer Caravaggio con todo eso?”


¡Qué hermosa eres,
y cuán suave,
Oh amor deleitoso!
Tu estatura es semejante a la palmera,
Y tus pechos a los racimos.
Yo dije: Subiré a la palmera,
Asiré sus ramas.
Deja que tus pechos sean como racimos de vid,
Y el olor de tu boca como de manzanas,
Y tu paladar como el buen vino,
                   
    Immacolata sabía de memoria todas las palabras.  
     
    "¿Quizás si trataba de negar la virginidad de María...?”
    “Lo que pasa que nunca nadie puede saber la verdadera intención del autor pero podría ser según el trasfondo de esa época.”

    Ese cuadro, yo también lo había visto. Está enfocado sobre todo el ángel como el protagonista y los otros, José, María y Niño Jesús, parecen nada más que el fondo. Por ahí me ocurrió algo. Tal vez esa escena puede ser el sueño de José mientras estaba durmiendo en la sombra del árbol... Mientras Inmaculada y el Niño están durmiendo aparece un ángel y José le pide de tocar “Cantar de los cantares”. El que está tocando el violín en el sueño quizás es otra María fingida en ángel... 
    Mientras estaba pensando, se oían golpes de los dedos sobre la mesa.            
    “Últimamente hice bastantes progresos en tocar el piano. ¿Qué te parece si voy a tocar en el jardín de Villa Borghese?”
    Hace varios años cuando ella me pidió consejo por el tema del piano, dudaba diciendo que fuera demasiado tarde para empezarlo. Y yo le recomendé si o si diciendo “mejor tarde que nunca”. En el mismo día Immacolata ordenó un piano de cola y comenzó a practicar. No está de toda fantasía lo que me dijo; es capaz de hacer el concierto en Villa Borghese. El tiempo pasa en un abrir y cerrar de ojos, pero la pasamos muy bien juntas. No quería detener más Immacolata porqué tenía mucho ajetreo ese día.